BENEFICIOS DE LOS BROTES DE BRÓCOLI

BENEFICIOS DE LOS BROTES DE BRÓCOLI Y OTRAS ALTERNATIVAS AL SULFORAFANO

En nuestro artículo previo os comentamos acerca de los beneficios de incrementar el consumo de vegetales crucíferos en la dieta – o empezar a comerlos,  ahora hablaremos sobre  los beneficios de los brotes de brócoli y como impactan positivamente nuestro estado de salud.

Pero, en caso de no haberlo leído, no os preocupéis que os ponemos al día.

Seguro os estáis preguntando cuáles son esos vegetales crucíferos. Pues, plantas como el brócoli, la coliflor, la rúcula, el kale, el repollo, el berro, las coles de brucelas, el wasabi, los rábanos… pertenecen al grupo de las plantas crucíferas. Estos vegetales de sabor pronunciado y olor particular son beneficiosos para la salud por su contenido en sulforafano.

El sulforafano es un isotiocianato, formado por la acción de la mirosina sobre los glucosinolatos presentes en las plantas crucíferas. Es decir, cuando estas plantas se mastican o se cortan, liberan una enzima llamada mirosina. Dicha enzima hace que los glucosinolatos se metabolicen formando isotiocianatos, entre ellos, el sulforafano.

Sin embargo, hay que recordar que la mirosina es sensible al calor.

Por ello, es recomendable cocinar al vapor durante 2 minutos máximo estos vegetales, en caso de que no poder comerlos crudos.

De todas las crucíferas, los brotes de brócoli son los ganadores cuando se trata de mayor concentración de sulforafano o, mejor dicho, de su precursor, la glucorafanina. Por ello, en esta oportunidad os contaremos como el sulforafano de los brotes afecta nuestro organismo y los beneficios que se derivan de su consumo.

Mecanismos de acción y beneficios sobre la salud

Existen diversos estudios que han demostrado la acción del sulforafano y otros isotiocianatos en la prevención del cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Además, tiene un potencial efecto beneficioso en ciertas enfermedades que afectan al cerebro, como la depresión, la esquizofrenia (1) y el autismo. Así como también enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y Alzheimer (2).

Esto es posible gracias a que el sulforafano actúa sobre sistemas bioquímicos de nuestro cuerpo. Estos sistemas involucran procesos de señalización y proteínas específicas de las cuales hablaremos a continuación.

Factor de transcripción Nrf2

El sulforafano es el principal activador natural del Nrf2, una proteína que funciona como un factor de transcripción nuclear. Esta interacción es de gran impacto, ya que Nrf2 controla entre el 3 y el 5% de las proteínas en nuestras células.

En el citoplasma celular, Nrf2 se encuentra unido a una proteína llamada Keap1. El sulforafano se une a la molécula Keap1, cambiando su conformación y liberando Nrf2. Posteriormente, Nrf2 migra al núcleo celular, donde se une a una secuencia específica del ADN conocida como ARE (por sus siglas en inglés, Antioxidant Response Element) (3). Esta secuencia es responsable de iniciar la transcripción de toda una serie de genes protectores involucrados en la síntesis de enzimas antioxidantes y antiinflamatorias (4).

La respuesta protectora de Nrf2 ocurre muy rápidamente y es bastante eficiente. Se ha demostrado que, en condiciones normales, Nrf2 se activa cada 129 minutos; mientras que al ser estimulado con sulforafano, Nrf2 se activa cada 80 minutos (5). Esta reducción en los tiempos de activación de Nrf2 gracias al sulforafano contribuye a incrementar la producción de enzimas antioxidantes y antiinflamatorias, mejorando nuestro estado de salud y frenando el envejecimiento (6, 7).

Proteínas de choque térmico

proteina de choque termico

Son un conjunto de proteínas que producen las células en grandes cantidades en respuesta a condiciones estresantes como, por ejemplo, aumento o disminución de la temperatura. También están presentes en la cicatrización de heridas y la remodelación de los tejidos. Estas proteínas ayudan a estabilizar nuevas proteínas asegurando un plegamiento adecuado o contribuyen a replegar proteínas dañadas por el estrés celular.

Se ha demostrado que el sulforafano induce un incremento rápido y significativo en la expresión de las proteínas de choque térmico (8). Además, está demostrado que durante episodios febriles mejoran algunos síntomas presentes en casos de autismo (9). Debido a esto, se ha buscado evaluar el impacto del sulforafano en patologías donde las proteínas de choque térmico juegan un papel relevante.

Gracias a un estudio (10), publicado en 2014, se demostró el efecto beneficioso del sulforafano mediante una mejora significativa de los síntomas en personas autistas suplementadas con extracto de brotes de brócoli.

Factor nuclear kappa B

El factor nuclear kappa B (NFκB) es un factor de transcripción de acción rápida que responde a estímulos celulares dañinos, como las especies reactivas de oxígeno (ROS) y LDL oxidada. Interviene en la respuesta inmunitaria del cuerpo y controla la transcripción de genes proinflamatorios. Asimismo, se ha demostrado que se encuentra sobre activado en ciertos tipos de cáncer, ya que favorece la formación y el crecimiento tumoral.

El sulforafano inhibe la vía de señalización de NFκB (11). Además, sumando su efecto sobre Nfr2, el sulforafano tiene un gran potencial antiinflamatorio y antioxidante.

NFκB es una de las principales vías inflamatorias en el cuerpo. Sin embargo, el cáncer no es la única enfermedad relacionada con procesos inflamatorios. Las enfermedades cardiovasculares y degenerativas, así como también la depresión (12) se encuentran vinculadas a la inflamación. Por ello no debería extrañarnos que el sulforafano tenga un efecto antidepresivo y ansiolítico semejante al de la fluoxetina, un antidepresivo clínico ampliamente usado (13).

Proteínas fase II y mTOR

proteínas de fase II y mtor

Las proteínas de fase II de biotransformación son proteínas relacionadas con la desintoxicación celular. El sulforafano aumenta la expresión de estas enzimas (14) mejorando la excreción celular de sustancias cancerígenas como el benceno y la acroleína (15, 16) y ayudando a prevenir el cáncer (17, 18, 19).

Finalmente, otra vía de señalización bioquímica afectada por el sulforafano es la mTOR (20). mTOR es una vía genética que regula el crecimiento y la proliferación celular, así como la síntesis de proteínas, la autofagia y la transcripción. Además, integra otras vías que incluyen insulina, factores de crecimiento y aminoácidos.

El mTOR desempeña un papel clave en el metabolismo y la fisiología de los mamíferos, con papeles importantes en la función de los tejidos, incluidos el hígado, los músculos, el tejido adiposo blanco. Está desregulado en muchas enfermedades humanas, como diabetes, obesidad, depresión y ciertos tipos de cáncer.

Limpiando el estómago: adiós Helicobacter pylori

Helicobacter pylori

La Helicobacter pylori o H. pylori es una bacteria que se encuentra en la mucosa que recubre internamente el estómago. Gracias a la secreción de una enzima llamada ureasa, esta bacteria logra contrarrestar la acidez estomacal y crea un microambiente con pH neutro que le ayuda a prosperar. Además, debido a su forma en espiral, es capaz de penetrar la mucosa estomacal.

La H. pylori es una bacteria común, está presente en aproximadamente el 55% de la población a nivel mundial. Más, si la cantidad de H. pylori en el estómago es elevada, genera una infección estomacal.

Aunque el 85% de las personas infectadas por H. pylori nunca desarrollan síntomas o complicaciones, esta bacteria está relacionada con el desarrollo de úlceras pépticas y consecuentemente, cáncer de estómago. Sin embargo, si se logra mantener al mínimo la población de H. pylori, es posible que esta bacteria reporte ciertos beneficios, como lo demuestra este estudio (21).

Los antibióticos representan el método tradicional usado para reducir o eliminar el número de H. pylori en casos de infección. No obstante, en la mitad de los casos las personas no pueden tomar el tratamiento prescrito o éste no resulta exitoso. Por eso, el abordaje dietético es una alternativa cuando se busca controlar la colonización de H. pylori.

El sulforafano tiene un efecto de antibiosis selectiva hacia la H. pylori. Se ha demostrado de manera in vitro que el sulforafano es capaz de matar cepas de H. pylori naturales y cepas resistentes a uno e incluso dos antibióticos (22, 23). En consecuencia, mejora los síntomas de gastritis y contribuye a la prevención de tumores estomacales (24). A pesar de que el mecanismo por el cual logra eliminar la bacteria no está claro, se sabe que el sulforafano contribuye a anular la ureasa (25).

¿Como conseguir tu dosis diaria de sulforafano?

  • Puedes consumir 140 g de Brócoli casi crudo al dia.
  • Puedes hacer tus germinados de Brocoli.
  • Puedes consumir Moringa.

La moringa es una planta tropical que ha captado el interés científico desde hace 20 años (26). También se le conoce con el nombre árbol del palillo de tambor por la forma de sus frutos, semejantes a baquetas. Es originaria del noreste de la India y crece con gran rapidez.

A diferencia del brócoli, la moringa es un árbol. Sin embargo, al igual que este, cuenta con glucosinolatos y mirosina, los elementos necesarios para la formación de isotiocianatos (los componentes biológicamente activos).

El glucosinolato de la moringa se llama glucomoringin (o 4-L-alpha-rhamnosyloxypyranosyl-bencil glucosinolato, en caso de ponerse técnicos). Al entrar en contacto con la mirosina, el isotiocianato obtenido se llama moringin, (4-L-alpha-glucopyranosyloxy bencil isotiocianato(27, 28). Este isotiocianato ha demostrado ser tan activo como el sulforafano a nivel biológico y contar también con efectos antiinflamatorios (29, 30).

Asimismo, las hojas de moringa tienen un alto contenido proteico (31). Por cada 100g de ración se obtienen 9,3 gramos de proteínas. Esto es bastante, especialmente si se comparan con los 4,3 gramos de proteínas del kale.

Además de la moringa, existen otras alternativas para incorporar los isotiocianatos en tu dieta. Aunque la mejor opción son los brotes de brócoli, ya que son la fuente más rica en glucorafanina; a veces pueden ser difíciles de conseguir.

-La última opción para tener en cuenta son los suplementos alimenticios. Dentro de la amplia gama que seguro se encuentran en el mercado, existen 3 productos con eficacia demostrada mediante estudios, así que podéis confiar en su composición:

  • Admacol: el cual contiene glucorafanina y mirosina.
  • Crucera-SGS. Este suplemento solo tiene glucorafanina, por lo que es recomendable tener una fuente adicional de mirosina (por ejemplo, semillas de mostaza), para favorecer la conversión a sulforafano.
  • Prostaphane o Brocosulf: suplemento de sulforafano. De momento el unico que propone una dosis directamente biodisponible de sulforafano. Una capsula de Brocosulf equivale a 10 mg de sulforafano, o sea el contenido de sulforafano de 10 capsulas como mínimo de Crucera-SGS, según el estudio publicado por Jed Fahey. 

Fuentes y enlaces de interés

Si os ha gustado este artículo, no dejéis de ver esta increíble entrevista de la Dra. Rhonda Patrick al Dr. Jed Fahey, donde se tratan con mayor profundidad todos los temas comentados previamente. Os aseguro que les encantará.

De igual forma, os dejamos la bibliografía y los enlaces correspondientes de los estudios científicos citados en este artículo para que podáis leer más al respecto.

  1. Shiina, A., Kanahara, N., Sasaki, T., Oda, Y., Hashimoto, T., Hasegawa, T., … & Hashimoto, K. (2015). An open study of sulforaphane-rich broccoli sprout extract in patients with schizophrenia. Clinical Psychopharmacology and Neuroscience13(1), 62. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4423155/
  2. Kim, H. V., Kim, H. Y., Ehrlich, H. Y., Choi, S. Y., Kim, D. J., & Kim, Y. (2013). Amelioration of Alzheimer’s disease by neuroprotective effect of sulforaphane in animal model. Amyloid20(1), 7-12. Disponible en: https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.3109/13506129.2012.751367
  3. Fainstein, M. K. (2007). Nrf2: La historia de un nuevo factor de transcripción que responde a estrés oxidativo. Revista de Educación Bioquímica26(1), 18-25. Disponible en: https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumenI.cgi?IDARTICULO=37690
  4. Nguyen, T., Nioi, P., & Pickett, C. B. (2009). The Nrf2-antioxidant response element signaling pathway and its activation by oxidative stress. Journal of Biological Chemistry284(20), 13291-13295. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2679427/
  5. Xue, M., Momiji, H., Rabbani, N., Barker, G., Bretschneider, T., Shmygol, A., … & Thornalley, P. J. (2015). Frequency modulated translocational oscillations of Nrf2 mediate the antioxidant response element cytoprotective transcriptional response. Antioxidants & redox signaling23(7), 613-629. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25178584
  6. Bruns, D. R., Drake, J. C., Biela, L. M., Peelor, F. F., Miller, B. F., & Hamilton, K. L. (2015). Nrf2 signaling and the slowed aging phenotype: evidence from long-lived models. Oxidative medicine and cellular longevity2015. Disponible en: https://www.hindawi.com/journals/omcl/2015/732596/
  7. Gabriel, D., Roedl, D., Gordon, L. B., & Djabali, K. (2015). Sulforaphane enhances progerin clearance in H utchinson–G ilford progeria fibroblasts. Aging cell14(1), 78-91. Disponible en: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/acel.12300
  8. Gan, N., Wu, Y. C., Brunet, M., Garrido, C., Chung, F. L., Dai, C., & Mi, L. (2010). Sulforaphane activates heat shock response and enhances proteasome activity through up-regulation of Hsp27. Journal of Biological Chemistry285(46), 35528-35536. Disponible en: http://www.jbc.org/content/285/46/35528.short
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  10. Singh, K., Connors, S. L., Macklin, E. A., Smith, K. D., Fahey, J. W., Talalay, P., & Zimmerman, A. W. (2014). Sulforaphane treatment of autism spectrum disorder (ASD). Proceedings of the National Academy of Sciences111(43), 15550-15555. Disponible en: https://www.pnas.org/content/111/43/15550.short
  11. Song, M. Y., Kim, E. K., Moon, W. S., Park, J. W., Kim, H. J., So, H. S., … & Park, B. H. (2009). Sulforaphane protects against cytokine-and streptozotocin-induced β-cell damage by suppressing the NF-κB pathway. Toxicology and applied pharmacology235(1), 57-67. Disponible enhttps://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0041008X08004821
  12. Miller, A. H., Maletic, V., & Raison, C. L. (2009). Inflammation and its discontents: the role of cytokines in the pathophysiology of major depression. Biological psychiatry65(9), 732-741. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0006322308015321
  13. Wu, S., Gao, Q., Zhao, P., Gao, Y., Xi, Y., Wang, X., … & Ma, Y. (2016). Sulforaphane produces antidepressant-and anxiolytic-like effects in adult mice. Behavioural brain research301, 55-62. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0166432815303399
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  30. Waterman, C., Cheng, D. M., Rojas-Silva, P., Poulev, A., Dreifus, J., Lila, M. A., & Raskin, I. (2014). Stable, water extractable isothiocyanates from Moringa oleifera leaves attenuate inflammation in vitro. Phytochemistry103, 114-122. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0031942214001472
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